CATASTROFISMO ¿COMO INTERPRETAS Y EVALÚAS LO QUE PASA A TU ALREDEDOR?
Muchos psicólogos creen que el malestar emocional no está causado en la mayoría de ocasiones por los acontecimientos negativos, si no que en gran parte están causados por la interpretación y posterior evaluación que hacemos de ellos y yo me encuentro entre esos psicólogos.
Esa interpretación y evaluación proviene de esquemas de pensamientos, esquemas emocionales y esquemas conductuales que rigen nuestras creencias y formas disfuncionales de relacionarnos con los demás y el entorno y por consiguiente con nosotros mismos.
Una de las creencias irracionales y disfuncionales es el catastrofismo. Cuando el catastrofismo forma parte de nuestra forma de funcionar y de interactuar con los demás, surge el miedo, la inseguridad, la incertidumbre, la ira y la indefensión que puede dar lugar a la depresión, la ansiedad y la agresividad.
En una ocasión, una joven adolescente llegó a casa, estaba nerviosa, preocupada y tensa, dirigiéndose a sus padres les dijo:
- ¡Tengo que hablar con vosotros y no sé cómo empezar!
Los padres alarmados tomaron asiento y se dispusieron a escuchar
- Estoy embarazada de tres meses, no sé quién es el padre, pues estos últimos meses he llevado una vida un poco loca, entre las drogas, el alcohol y el desengaño amoroso, que me hizo decirme a mí misma que iba a vengarme de todos los tíos acostándome con ellos y dejarlos después sin ninguna explicación. Pero esto no es lo peor, he estado en el médico y este me ha dicho que debido a las drogas y el alcohol, el bebe viene con deformaciones y secuelas cognitivas grabes. Y aun así, quiero tenerlo y cuidarlo, porque aunque yo no sea una buena madre, sé que vosotros como abuelos lo vais a cuidar toda la vida.
Los padres estaban con la cara desencajada, se estaban poniendo pálidos y las emociones de miedo, inseguridad, incertidumbre, ira e indefensión empezaron a aflorar. La adolescente guardo silencio durante unos angustiosos segundos y entonces dijo:
- Tranquilos, es todo una broma. La noticia que os quería dar es simplemente que he suspendido todas las asignaturas de 3º de la ESO, estoy bien. No tomo drogas, ni alcohol, ni estoy embarazada ni me acuesto con todos los chicos que conozco.
La cara de los padres cambió automáticamente, la cara desencajada dio lugar a una cara de alivio y bienestar. Recompensaron a la hija con un abrazo y con un ¡gracias, te queremos…!
Lo irónico de todo esto es que el año pasado cuando les dijo que había suspendido igual que ahora pero sin contarles la trola del principio, la castigaron tres meses sin salir y sin paga, además de los reproches y las malas caras.