LA BÚSQUEDA DEL SANTO GRIAL

La búsqueda del santo grial ha sido desde el inicio de la civilización el afán del ser humano para hallar la razón de su existencia, vivir una vida eterna, pero a la vez libre de sufrimiento, enfermedades y ataduras. Ulises en su Odisea desafió a los dioses y vagó por el océano en busca de su amada Ítaca, aunque lo que de verdad ansiaba era poder vivir sin tener que rendir cuentas a nadie, disfrutar del amor de su esposa Penélope y poder ver crecer a u hijo Telémaco; visto así no parece que pidiera tanto, y aun siendo un Rey, vagó muchos años perdido por mares y tierras extrañas hasta poder realizar su sueño, quizás si hubiera podido reconciliarse con los Dioses y no hubiera alimentado el odio y el orgullo con las historias que le llegaban a sus oídos, habría podido perdonar las ofensas y construir un puente al hogar sin ni siquiera haber tenido que soportar el canto de las sirenas.

Las historias desgraciadamente reflejan en más de una ocasión la realidad más cruda, son demasiados odios y rencores que se alimentan de la necesidad de poder y control. El ser humano es frágil, influenciable y necesita sentirse parte de algo mayor, llámese: religión, política, país o club de los todopoderosos.

¿Como se puede justificar la guerra de tantos años a la que está sometida Siria y el sufrimiento humano por la pérdida de tantas vidas, y de los que lloran a sus muertos?: padres, hermanos, hijos, parejas, abuelos, tíos, compañeros…

¿Cómo se puede justificar que, en Catalunya, se haya podido producir una fractura social en la que familias, amigos y compañeros se señalen con el dedo, se insulten e incluso se agredan por ideas políticas? No es una cuestión de tener o no tener razón, todos la tienen y a la vez ninguno la posee, es una cuestión de sentido común, como decía Descartes “la razón es algo que está muy bien repartida, todo el mundo cree que tiene suficiente”. En vez de discutir y buscar las diferencias, ¿no sería mejor buscar los puntos de acuerdo y a partir de ahí, construir puentes aunando fuerzas?, no es cuestión de si somos catalanes, españoles o europeos, somos ante todo seres humanos, que lloramos, reímos, y sufrimos por las mismas cosas, nos hacemos llamar personas, aunque a veces nos parezcamos más a las Hienas en busca de la carroña.

Son muchos los pacientes que vienen buscando la estabilidad y la felicidad, curiosamente algunos vienen con su esquema hecho de lo que necesitan y de lo que quieren oír, pero luego no están dispuestos a escuchar, a despojarse de sus creencias irracionales o a renunciar a sus miedos o sus zonas de confort. No hay cambio sin renuncia y no hay éxito sin esfuerzo;

Cuando bajamos del pedestal, nos quitamos las alhajas, escuchamos, prescindimos del orgullo, nos olvidamos por un momento de nosotros mismos, escuchamos como respira el mundo y ayudamos a empujar, os aseguro que la felicidad se encuentra muy cerca, solo tienes que alargar la mano y sentirla, pero no la cojas, ya que la felicidad no se puede poseer, solo compartirla.

¿Y TÚ QUE OPINAS?

Jordi Sánchez

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